lunes, 30 de noviembre de 2020

El árbol

 

A ti árbol amado,

siempre sombra del caminante,

remanso de paz que pueblas los bosques,

que moteas de los campos el paisaje.

A ti, árbol querido,

que tardaste tantos años en crecer,

decenas de años, tal vez más

y que en un momento de fuego irresponsable

te hacen desaperecer;

tú que arropas los nidos de los pájaros

y sus alegres trinos,

que son del campo el bel canto

siempre notable;

tú que enmarcas el río y su sonido

de vida serpenteante,

de porte recio, a veces elegante,

otras encantado,

pero siempre, siempre, mágico y

admirable.

 

© José L. Asensi  30/11/2020


 


 


lunes, 23 de noviembre de 2020

La lluvia esperada

 

Cae la lluvia y a cada gota que suena

al abrazarse a su amante desnuda,

nos recuerda que somos arcilla, naturaleza, 

vida a la que se anuda.

Cada gota es una caricia que penetra

en los poros abiertos de la piel a la que

se uniría

y en los surcos que se hunden en la tierra

ritmo cadente de una plácida melodía.

Lluvia, charco, reguero, riachuelo, río,

mar... Poesía que embellece el paisaje,

que canta el rumor del líquido elemento

desde donde nace hasta donde se extiende

acompañándola en tan extenso viaje.

Cae la lluvia y todo parece adormecerse

en un sueño que recuerda a la niñez;

natural, sin prisas, limpia, de perfumes

conocidos en los cuales parece embeberse.

Petricor, geosmina de la vida que nos transporta 

a bosques y campiñas en una danza de nuestra mente,

aíre fresco que gira, da vueltas y la envuelve,

igual que envuelve nuestros recuerdos

con mimo suave y paciente.

Cae la lluvia tantas veces esperada 

 y tantas otras demorada.

Sólo su anuncio nos atrae por verla caer,

como nos atrae la llegada de un amor que

siempre ha sido y no volverá a ser.

 

© José L. Asensi  23/11/2020


 


 

 

lunes, 16 de noviembre de 2020

La noche

 

Desde el valle a la montaña

allá donde nace el ocaso,

extiende su negro manto la noche, 

de estrellas recien bordada;

luces que titilan en lo alto su romántica

balada.

Y mientras tanto se oye una sinfonía

de grillos, una serenata de ranas

y la brisa que se acompasa a los árboles

y sus ramas.

El río aporta ese rumor, canción de agua,

que refresca y relaja ese paisaje sereno

y los párpados comienzan a pesar sus sueños,

todos nuevos, todos de estreno.

Es de noche, todo mágico,

el final de unos anhelos y el principio, cuando

el sol despunte, de otros nuevos.

Mañana será otro día y ya con la jornada gastada,

vendrá una nueva noche para soñar,

y yo te estaré esperando allá en el claro del bosque 

morada de las hadas,

mirando al bruno universo estrellado

 en ese lecho de hierba fresca y flores perfumadas,

porque la noche es como una gran pausa

llena de vida en la calma.

 

© José L. Asensi   16/11/2020


 


 

 

lunes, 9 de noviembre de 2020

El rocío

 

Rocío, nombre de mujer, belleza que baña la tierra

con perlas, de las flores, suspendidas,

de los árboles, de la hierba...amanecer de cada día.

Rocío siempre fresco, abrazando la floresta con su capa 

de armonía.

Rocío que, en invierno, pinta de blanco los párpados

del sueño en la madrugada ,preparando al amanecer,

ese cuadro de quietud que despierta en la alborada.

Rocío, espejo donde se refleja la naturaleza de hermosura 

colmada. Agua, esencia creadora, recuerdos de mi pueblo,

de su tierra, de sus campos y de la paz que destila, al soñar

ese cuadro desde la cálida almohada.

 

© José L. Asensi  09/11/2020


 


 

 

lunes, 2 de noviembre de 2020

Canto al alcornoque


Alcornoque, tu que proporcionas tu piel
para guardar nobles vinos,
tu que tienes formas caprichosas y haces
del bosque un hechizo,
que das al paisaje un encanto que raya
con lo divino.
Alcornoque, que por ti parece no pasar
el tiempo, siempre bello y erguido,
tu que has presenciado el trabajo del
recolector campesino,
tu que eres morada de los pájaros y su trino.
Alcornoque, con este canto yo te estoy
agradecido, de tenerte de compañero
en algunos de los caminos,
tu que proporcionas tu sombra al andar
del peregrino, que dure mucho tu presencia
con ese porte genuino.

© José L. Asensi    02/11/2020