Se confundía la luz de aquel faro,
destello de estrellas
y luna plateada;
todo era calma,
hablábamos en silencio
con sólo nuestras miradas;
suave brisa
de arena la almohada,
de la mar se oía su vaivén
sonido de olas y agua salada.
Y nosotros, regalándonos caricias
ardiente nuestra piel,
nuestros besos de miel y nata.
Aquella noche
dos siluetas, la luna, las estrellas,
aquel faro, suave brisa, mucho amor
ternura, pasión y nuestras miradas.
© José L. Asensi 27/09/2021