Una melodía azul emerge de las caracolas,
mientras estrellas de mar y sirenas bailan
con las olas;
se despeinan al viento las velas francas
y los pájaros bailan con alegres cabriolas
observando las espumas barbiblancas;
horizonte que se crece en azules formando
una infinita alianza,
cielo y mar, del universo una tranza;
fina arena, suave brisa
que al sol se une y se frisa;
es el mar que se despereza en las horas
de un tiempo que descansa sin prisa.
© José Luis Asensi 28/02/2022
Luna, que arrobas tu coqueta hermosura
rodeada de estrellas,
que te escondes jugando con alguna nube
que alegre se despereza,
que eres magia en la noche,
satélite nocturno canto de poetas,
luz que alumbras el cielo
colmada de belleza;
que has aluzado amantes en abrazo inmenso
eternizando sus siluetas,
que luces galante en tu balcón de mágicas piruetas,
calma y armonía y , momento que aquietas.
Luna, reina y broche,
cubres tu desnuda figura cuando la alborada
llama a tu morada.
Así eres tú, luna,
unas veces roja, otras dorada y casi siempre plateada,
pero siempre querida y admirada.
© José Luis Asensi 21/02/2022
y te vas adormeciendo cuando el tiempo declina
buscando la noche que se desvela en la miada,
estrella que refulges sobre la tierra y sus flores,
sobre el mar cambiando sus colores;
Sol que das calor y das vida,
que eres una caricia para la piel en su justa medida,
que se te busca cuando hace frío
y se te disfruta con tu calidez
con disfraces de espuma y sal o fresco río
desde la mirada de la bronceada tez;
Sol tan dorado en las tardes sombreando aquel ciprés
o aquellos sueños plenos de mies,
que seduces al alba y vas dorando el horizonte
o creas pinturas dignas del mejor pintor en el cielo
escondiéndote detrás del monte;
sol, que anuncias vida con las aves en vuelo
y en la tierra y en las personas dejas tu luz que es consuelo,
no dejes de brillar aún en la noche, junto a tus hermanas ahuciar
y que haya un siguiente día al que despertar
© José Luis Asensi 14/02/2022
Yo, el amor, ella...
Me olvidaría antes de respirar
que olvidarme podría de amar,
amar nunca se olvida,
ni siquiera en toda una vida;
no se olvida a la persona amada,
no se olvidan las noches o los días
ni el canto del ave blanca en la madrugada,
no se olvidan los besos, o los abrazos
ni la dulzura de su presencia
ni de sus pisadas los trazos,
no se olvidan las miradas, las sonrisas
que hablan en el silencio de la ausencia,
no se olvidan los lugares, los momentos
ni las floridas y aromadas artemisas,
ni aquella rosa blanca
con su belleza siempre franca
Así es el amor, inmortal, mágico, perfumado,
no lo arrancan ni los huracanados vientos,
siempre florido, siempre hadado.
Yo, el amor, ella...
© José Luis Asensi 07/02/2021
