Luna, cera fundida que te derramas
sobre la noche del océano calma
silente,
que te reflejas en el agua clara
que brota tranquila de aquella fuente.
Luna, luz dorada, según el día
quizás argente,
que nos hablas con el encanto
de tu magia tu atrevimiento,
espejo de enamorados
su poesía y musa, oda al momento.
Luna que meces palabras,
besos y caricias,
que alumbras soportales,
épocas a través del tiempo.
Luna, rostro curioso,
que te asomas a un cielo límpido
o a través de alguna nube que se cuela
pasajera en ese oasis tan hermoso.
Luna, que imperturbable acompañas
a la Tierra en un mismo destino
de millones de años,
tan conocidos y tan extraños.
Luna, alumbra los sueños
y cerraré los ojos
para que acudan prestos
alimentando fantasías,
promesas y deseos.
© José L. Asensi 050623