Si yo fuera como el poeta
hablaría sólo con el corazón,
como habla la lluvia,
que repica suavemente en derredor;
como habla la ligera brisa,
que mece las hojas de los árboles,
color de la esperanza su verdor.
Si yo fuera como el poeta,
sentiría más y dejaría de lado
todo pensamiento que ancla
y acalla aquello que sólo se puede
expresar con amor.
El corazón no necesita palabras…
¡Silencio!. Es el amor.
Acaso. ¿No acaricia la noche la luna
y por la mañana se regocija sobre la piel
la calidez del sol?.
Silencio, siente, escucha, es el amor.
© José L. Asensi 27/02/2023